La población englobada bajo el término “enfermos mentales crónicos” incluye a aquellas personas que sufren trastornos psiquiátricos graves y crónicos (esquizofrenia, trastornos maniaco-depresivos, trastornos depresivos graves y recurrentes, síndromes cerebro-orgánicos, otras psicosis, etc.) y presentan discapacidades y déficit en su funcionamiento Psicosocial. (auto-cuidado, relaciones sociales, ocio, relaciones familiares, trabajo, etc.)
Estas discapacidades dificultan su desempeño social autónomo en la comunidad, y pueden conducir a situaciones de desventaja social (desempleo, pobreza, aislamiento social, falta de vivienda, rechazo y estigma, etc.), sin olvidar los problemas de tensión y sobrecarga, que pueden sufrir muchas familias que convivan con dichas personas.